jueves, marzo 04, 2010

Hubble cards

Hubble card

http://hubblesite.org/gallery/holiday/

Silence reveals grace


http://davenation.com/madonnas/ki-chang.jpg

Yellow Lark prayer

O Great Spirit, whose voice I hear in the winds and whose breath gives life to the world, hear me. I come before you, one of your many children.
I am small and weak. I need your strength and your wisdom.
Let me walk among the beautiful things and let my eyes admire the sunset red and gold.
Make my hands respect what you've created, and my ears acute hearing your voice.
Make me wise, so I know the lessons you have hidden in every leaf, every rock.
Seeking strength, not to be superior to my brothers, but to be able to fight my greatest enemy: myself.
Make me always ready to come to you with clean hands and eyes right, so that when life fades, like the light at sunset, my spirit may come to you without shame.


Prayer of Yellow Lark, Sioux Indian chief

Traducción:

Oh, Gran Espíritu, cuya voz escucho en los vientos y cuyo aliento le da vida al mundo, óyeme. Vengo a Ti como uno de tus muchos hijos.
Soy pequeño y débil, necesito tu fuerza y sabiduría.
Déjame caminar en medio de la belleza y permite que mis ojos contemplen la puesta de sol roja y dorada.
Haz que mis manos respeten las cosas que has hecho y agudiza mis oídos al escuchar tu voz.
Hazme sabio, que pueda conocer las cosas que has escondido en cada hoja, en cada roca.
Que si busco fuerza, no sea para ser superior a mis hermanos, sino para luchar con mi más grande enemigo: yo mismo.
Hazme estar siempre listo para venir a Ti con las manos limpias y la mirada clara, que si la vida se disuelve como la luz en la puesta de sol, mi espíritu pueda ir a Ti sin vergüenza
.

Oración de Alondra Amarilla, jefe indio Sioux

 

The "Ripple Effect" : Cultural Differences in Perceptions of the Consequences of Events

By William W. Maddux and Masaki Yuki.

http://eprints.lib.hokudai.ac.jp/dspace/handle/2115/33952

(Click in "yuki.pdf")

Preguntas

Ante situaciones absolutamente nuevas podemos recurrir a los más altos desarrollos humanos: el arte, la solidaridad, la espiritualidad. En ellos encontramos las raíces profundas de la creatividad. Que muchos podamos oírlas / verlas / sentirlas nos beneficia a todos y cada cual, nos da herramientas nuevas. Las "preguntas inquietantes" nos llevan a buscar respuestas. Claro, también está la opción de descender, de regresar a las formas básicas y brutales: las del cocodrilo, las fieras en sus condiciones más primitivas. Podemos dejarnos arrastrar por el instinto, no en sus riquezas secretas, sino en lo más burdo, lo que se consigue sin mayor esfuerzo y como expresión de desconsideración. Así como el hombre puede superar en la utilización de las herramientas a todos los organismos vivos conocidos, puede llegar a formas de exterminio que los animales nunca intentarían siquiera. Esa es la mínima opción. Gracias a Dios, ya está pensada en el esquema general de la vida: el ser humano no puede destruir lo que no conoce más allá de las reglas de su propia existencia. Lo que lo supera no lo puede tocar justamente porque lo supera. Sería tan absurdo como pretender "tocar la nada". No se puede porque no existe. "Nada" es una categoría para meter algo que no nos cabe en la cabeza. ¡Le creamos un lugar porque no la concebimos sin lugar, sin concepto! Pero, si no existe, no tiene ni el uno ni el otro. No es ni siquiera una idea, ni un reflejo. NO. Simplemente no es. Y "tocar" es una relación entre un objeto (yo, nosotros) y otro que percibo de forma táctil o mental. Es imprescindible que eso "otro" exista para poder tocarlo. Pero la paradoja nos ayuda a ampliar nuestra percepción porque en nuestra cotidianidad "la nada" no tiene lugar. Así, si la posibilidad de que desaparezca toda forma de vida humana sobre la Tierra "entra dentro de los límites de lo posible", hay otra (bastante grande y a veces terrible) de que en realidad sólo conozcamos algunas dimensiones de lo humano. Hay otras que apenas intuimos o nos imaginamos, que las dejamos a la fantasía o la especulación. Cosas como la telepatía, los fantasmas, la percepción extrasensorial, los ovnis... Las usamos para divertirnos o asustarnos, las ubicamos en el anaquel de las preguntas de dudosa respuesta. Pero es en esas dimensiones donde la vida humana, tan limitada, descubre sus fronteras, los bordes de lo que nosotros llamamos existencia. Casi siempre nos mantenemos en los límites de lo controlable. Aun los deportistas extremos verifican ciertas normas de seguridad; son deportistas, no suicidas.

¿Hay una dimensión paranormal en el arte? Dios, tan absoluto que Fromm lo identifica con la "nada absoluta" ¿puede romper las reglas? Si es "omnipotente", puede. ¿Quiere? No es una idea, no es una cosa (por lo menos no solamente). También es persona, tiene voluntad. Pero... También es más que persona. De ahí parte un orden inestable para el individuo. Saber que hay Alguien por encima de mí, que puede cambiarlo todo cuando yo menos lo espero (y amenaza con hacerlo), no es precisamente una fuente de tranquilidad. A menos que ese Alguien sea un desborde de bondad y misericordia...

Hay preguntas que preferimos no hacernos porque nos generan angustia, nos plantean una inseguridad "absoluta". Pero hay otras que ellas mismas son una respuesta, como "¿cuál es el mundo que queremos?" o "¿Qué mérito tiene hacer lo que hacen los malvados?"

La tentación casi siempre vigente es a silenciar al que las hace, impedirle que nos inquiete y desbarate nuestro orden tan cómodo. Pero, si nadie lo hace, la razón de ser de lo más importante puede estancarse. Podemos acomodarnos tanto que, cuando llegue la crisis de verdad, perder la razón sea una posibilidad cercana.
 

¡Ojalá tengamos más de estas preguntas! ¡Mejores aun que las que ya tenemos!

Impura

El problema del derecho es la realidad no jurídica: pretende un orden prístino, que respete todas las jerarquías, su orden, quién las ordena y las hace respetar, cuando el mundo funciona de otra manera. La corrupción, la inutilidad de los órdenes ("la ley es para los de ruana", "la ley de indias se pregona pero no se aplica"), la tradición de jerarcas de todo tipo /autoexcluyéndose/ de la ley, o contradiciendo su espíritu para obtener beneficios (en Colombia eso se llama "un mico")... No son precisamente realidades jurídicas. Garay da en la llaga cuando habla de la "cooptación del estado": ¿qué pasa cuando los delincuentes se asocian y entre todos se apropian del estado? No hay que ser un genio para saber que los narcotraficantes tienen anhelos de gobernar; se vio claro cuando Pablo Escobar se hizo elegir bajo las alas de Santofimio Botero, mucho antes de declararle la guerra al establecimiento.

También está el problema de la transnacionalidad y la polisemia. Un término no quiere decir lo mismo fuera de su contexto o en otro idioma, lo que es tradición en uno nunca lo ha sido en otro. Sin embargo, los hombres se mueven más y cada vez más rápido. Si las leyes internacionales no se han acabado de redactar, si los "principios compartidos" en realidad no son tan compartidos, lo más probable es que la /pureza/ del concepto se quede en pura entelequia, igual que el agua pura, que sólo se puede conseguir en los laboratorios. Y la vida (¡oh, terrible contradicción!) nació en las aguas del mar más lleno de substancias reactivas, lejos de sus fuentes limpiecitas.

Cuando las transnacionales gobiernan el mundo

Fue difícil lograr que lo reconocieran como un artículo en la Wikipedia en español. Pero ahí está, más vigente ahora, en tiempos post-crisis.




Hay autores latinoamericanos que se lanzan a algo similar. ¡Debe haber alguno bueno!