miércoles, diciembre 18, 2013

Procuraduría: un historia de poco pelo y casi nada de moño

Alejandro Ordóñez, procurador general de la Nación, pasó de ser la pesadilla de las feministas y LGBT a la de casi todo el mundo.  Daniel Samper, llega a calificar la Procuraduría como "un monstruo".

Los anteriores procuradores fueron, casi todos, fichas del Congreso, y, como tales, dignos engendros de la Patria.  El único que saca la cabeza es también el único asesinado: Carlos Mauro Hoyos.


Sobre Guillermo González Charry, Semana se preguntaba quién debía juzgarlo por "inflar" su pensión:

http://www.semana.com/nacion/articulo/quien-jusgara-gonzalez-charry/3224-3 (1983)

Se veía "muy normal" en esos días.

Carlos Jiménez Gómez fue el procurador que estuvo en la reunión de políticos con narcotraficantes en Panamá en 1984:

http://www.semana.com/enfoque/articulo/el-ex-procurador-carlos-jimenez-gomez/114903-3

Su nombre aparece en "Los jinetes de la cocaína" en esa famosa reunión:

http://www.derechos.org/nizkor/colombia/libros/jinetes/cap11.html

De Horacio Serpa (fue procurador en 1988) no hay que hablar mucho, todo el mundo sabe de su rol de escudero de Samper y su laarga vida política.  En su paso por el cargo, tuvo que tratar la mundial de chicharrones, eso sí.

Carlos Gustavo Arrieta pareció muy cercano a los militares, si los falsos positivos hubieran sido en su época, los resultados hubieran sido muy distintos:

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-217313 (en esa época se le criticaba lo hoy se habría elogiado).

A Jaime Bernal Cuellar (1997) se le acusó de querer minimizar el proceso 8.000:

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-570927

Edgardo Maya Villazón, el anterior a Ordóñez, estuvo demasiado cerca de la parapolítica y una periodista lo acusó de clientelismo:

http://es.wikipedia.org/wiki/Edgardo_Maya_Villaz%C3%B3n

Pero la joya de la corona se la lleva Orlando Vásquez Velásquez (1996) que terminó en la cárcel por enriquecimiento ilícito y E.U. le negó la visa por relaciones con la mafia:

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-318737 y http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-455440

En otras palabras, la vaina no empezó y probablemente no terminará con Ordóñez.  Los que lo eligen son los senadores y a ellos no les conviene que sea alguien con uñas de verdad y con criterio independiente.  Para colmo, lo tienen que escoger de una terna que proponen el presidente, la Corte Suprema y el Consejo de Estado.  Y se habla mucho de la "politización de la justicia".

Algo sí está claro: falta mucho pelo pa' moño...


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